Es uno de los sistemas más comunes en el embalaje de alimentos. Al retirar el aire del interior de un envase y reducir el oxígeno, se amplía el periódo de caducidad del alimento que contiene y por lo tanto aumenta su vida útil.
La carne envasada al vacío tiene una vida útil de hasta 120 días, mantenida a una temperatura media entre -1·C y 4·C
En todo el proceso de despote, envasado, almacenamiento y traslado, la carne se mantiene siempre refrigerada, optimizando su calidad y refigeración.
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